miércoles, 18 de mayo de 2011

EL PODER DE LA SANGRE DE DRACULA

De un cierto modo esta nueva entrega cinematográfica de la saga del conde Dracula, son dos películas muy diferentes entre si: una primera parte que recoge el terror típico del estudio ingles en una subtrama de misa negra que da pie a una segunda parte mas tópica dentro del mundo del Dracula de la Hammer. Y eso incluía la presencia de Lee como el príncipe de las tinieblas. Siendo esta una imposición impuesta por el estudio que se encargaba de la distribución (Warner Bross) que pedía siempre la presencia del actor en ellas, pues era eso lo que el publico quería. Y es que Christopher  Lee ya estaba aburrido y cansado de este personaje, aunque lo ha convertido en un mito dentro del genero del terror, a Lee nunca le gusto interpretarlo. El problema principal para Lee a negarse a volver interpretarlo de nuevo desde su primera aparición en el año 1958, su segunda aparición en el cine como tal fue ocho años después en DRACULA PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS, era que este vampiro se alejaba mucho de la  esencia de la novela original escrita por Bram Stoker. Por eso después del primer film dirigido por el genial Terence Fisher (también dirigió la primera de las secuelas), la intervención del conde Drácula en estas se reducía a una mera presencia inquietante y amenazante, siempre con contundencia eso si. Y en alguna de las películas ni siquiera Christopher Lee soltó ni una sola palabra por estar en total desacuerdo con los diálogos escritos para su personaje. En esta la cuarta entrega de la serie ( de la Hammer, pues Lee incomprensiblemente lo volvió a interpretar para unos cuantos films dirigidos por Jesús Franco) la presencia del vampiro es mas bien testimonial (pues aparece muy adelantado el metraje) y se encarga de apropiarse de los hijos de sus victimas para que estos ejecuten sus deseos. Mientras el es testigo de los sucesos que allí suceden. Aun así la presencia de un actor como Christopher Lee y su pinta de seductor con aires infernales es suficiente para inquietar al espectador.

SINOPSIS.
Un hombre que practica la magia negra esta obsesionado con la idea de resucitar a Drácula, logra convencer a tres caballeros para que compren unas reliquias que pertenecieron al conde. Reunidos en una vieja iglesia desconsagrada, practican un ritual en el que se tienen que beber la sangre del vampiro. Al beberlo el satanista y siendo envenenado los tres hombres se niegan a seguir la misma suerte de este y acaban matando al hombre. Cuando Drácula vuelve a la vida, se vengara de los tres hombres, utilizando los propios hijos estos para su venganza.


La película, esta vez dirigida por Peter Sasdy (LAS MANOS DEL DESTRIPADOR), tal vez con una dirección demasiado convencional y alejada de la inteligencia expuesta por el maestro Fisher en las dos primeras películas de la saga, pero esta tiene partes muy buenas como es la escena donde se celebra la misa negra, y la aparición de un actor muy poco conocido como es Ralph Bates pero que siempre termina por sobrepasar a sus compañeros de reparto. Actor que también protagonizo varios films del estudio ingles como fueron DR JECKYLL Y SU HERMANA HYDE o EL HORROR DE FRANKENSTEIN. Además la trama está llena de toques eróticos, ya elemento muy común en las producciones de la Hammer. No hay más que ver los sexuales mordiscos que el Conde Drácula pega a las bellas jóvenes, y la cara de placer que estas ponen. Una secuela entretenida, con un Christopher Lee ausente pero con presencia y una trama algo ingeniosa dentro de unos limites ya establecidos de antemano con el film de 1958. TRAILER V.O.

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